Muchas cuestiones, similitudes para hacer más relevante la experiencia turística en las tierras de Transilvania, rápidamente lo relacionamos con Drácula, pero solo por el escritor ingles Bram Stoker, por qué es difícil saber a ciencia cierta si este pensó en el sádico Príncipe Vlad que trinchaba en estacas a sus cautivos. Lo cierto que el castillo de Bran es uno de los lugares más visitados de estas tierras, fue construido en 1382 por los sajones en 1382 y en él nunca estuvo ni el Conde Drácula, ni el príncipe Vlad, pero la unión de la literatura, el cine y la historia ha hecho que miles de turistas visiten estas tierras y que sea el monumento más visitado de Rumania. Aunque se respira la edad media por todos sus rincones ya que esta construcción fue torre de defensa y control del camino comercial que conectaba la provincia de Transilvania con sus vecinas y residencia de la Reina Maria de Rumania a principio del siglo XX.
Por último una leyenda más que a todos nos llamo la atención cuando se hizo referencia a una planta que nos encontramos en las proximidades de un camino, esta es el beleño negro (Hyosciamus niger), esta planta hubiera pasado desapercibida a no ser que alguien la relacionara con las brujas ¿por qué a las brujas se las dibuja volando con una escoba?, aquí tenemos la explicación, esta planta era un ingrediente básico de sus pócimas y ungüentos con los que podían untar el palo o directamente en la vagina, lo que les provocaba alucinaciones y orgasmos, lo que les provocaba un viaje volando. Algunas de estas fueron perseguidas y mueras por la Inquisición.Cualquier leyenda que nos acerque a algo que conocemos tanto el patrimonio natural o cultural hace más interesante nuestra experiencia, lo hemos podido comprobar en nuestro ecoviaje a Rumania.
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