lunes, 10 de junio de 2013

Las frustraciones de las esperas de fauna. Rumania, nuestro sexto día

Cuando preparas un viaje como el de Rumania con todo el equipo de especialistas que nos acompañaba, con las expectativas puestas en ver algún gran mamífero en libertad, tienes el peligro de caer en la frustración porque no las ves hechas realidad.
Era más que palpable que tanto el oso como el lobo nos observaban, pero después de 12 esperas sin ningún avistamiento los usuarios de este ecoviaje se frustraron. Queremos hoy analizar esta situación y que nuestra reflexión pueda servir de ayuda a todos los que nos dedicamos a acompañar visitantes por el medio natural.

¿POR QUÉ NO TUVIMOS AVISTAMIENTOS?

  • ¿Era el lugar adecuado?
  • ¿Eramos el grupo adecuado?
  • ¿Era la época adecuada?
  • ¿Era la hora adeudada?
  • ¿Pasó el animal ante nosotros y no lo vimos?
Pero creo que esto no importa, ya que considero que si los especialistas montan los grupos y conocen el sitio, ¿cómo puede ser el resultado 0 de 12? ¿QUÉ ES LO QUE IMPORTA?
  • Los animales dejan rastros y nos muestran su existencia, esto puede enriquecer una experiencia (una huella, un excremento, una marca en los árboles), además a todos nos gusta aprender y vamos con esa predisposición, por lo que el guía debe aprovechar este sinergismo.
  • Un buen guía debe saber cuándo es el momento de abandonar una espera y no puede ser por el horario. Las condiciones ambientales nos dan pistas sobre las posibilidades de avistamiento (si en la ladera donde tenemos que ver al oso hay una acampada, si en las dos horas hay niebla, etc.) Además, se debería aprovechar que el entorno es muy rico en paisaje, fauna, usos tradicionales, etc...
  • A los turistas interesados en la fauna no les vale con un simple avistamiento a 500 metros de distancia, quieren saber costumbres, relaciones de la especie con el ser humano, etc.
Tuvimos la ocasión y la suerte de poder ver al oso en libertad en un "hide", ¿pero en qué condiciones?, en un comedero donde están acostumbrando a algunos individuos a conseguir de forma fácil la comida. Si esta experiencia no la enriqueces con una buena explicación no deja de ser una atracción turística (puede que muy digna para el desarrollo rural del lugar mientras se haga de forma sostenible y con los indicadores apropiados para no alterar los hábitos naturales de la especie).

Es cierto que en nuestra última salida o espera el guía decidió improvisar debido a la situación, pasear en búsqueda de rastros, de valores significativos y tuvimos una verdadera EXPERIENCIA, el oso nos aviso de su presencia con un gruñido a unos 40 metros, que nos dejo boca abiertos. Eso lo recordaremos toda la vida.

LAS EXPERIENCIAS RELEVANTES SE RECUERDAN TODA LA VIDA



EL ÉXITO DE LAS ACTIVIDADES DE FAUNA NO PUEDE DEPENDER DEL NUMERO DE AVISTAMIENTOS

1 comentario:

  1. Sólo por el paisaje ya ha valido la pena el viaje. Y el oso lo hemos tenido muy cerca. Pere.

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