sábado, 25 de octubre de 2014

Un paseo por la historia...Peñón de Ifach (parte.1)

Es difícil saber el verdadero origen de su nombre. La teoría más extendida, cuenta cómo Hércules Tebano y sus argonautas en el siglo XIII antes de Jesucristo, al contemplar el Peñón, lo compararon con el de Gibraltar, llamado entonces Calpe, y a la vista de la gran semejanza, decidieron bautizarlo con el mismo nombre. Otros señalan que los fenicios al abandonar Calpe del Sur (Gibraltar) y viajar por la costa mediterránea, se asentaron denominando al Peñón con el nombre e Ifach, que en lenguaje líbico significa "del Norte" o "Boreal". Pero hay otros que indican que fueron los súbditos del rey númida "Sifax", los que al instalar en las faldas del Peñón sus residencias, lo bautizaron así en honor a su rey.

Mapa de España de 1987 (Calpe esta situado en el recuadro)

La historia de Calpe se pierde en la noche de los tiempos. Restos arqueológicos existentes entre el Peñón de Ifach y el Morro de Toix, ponen de manifiesto que la ciudad estuvo poblada desde tiempos muy remotos. A lo largo de los siglos fue escogida por diversas civilizaciones, íberos, fenicios, cartagineses, romanos, árabes y cristianos, valorando cada una de ellas su privilegiada situación el al costa del Mare Nostrum, su benigno clima y su estratégica situación como fortaleza militar, controlando desde lo alto de Ifach a los navegantes y desde las gargantas del Mascarat, el tránsito de caballerías. Esas mismas razones de gran fortaleza, fueron la causa de los múltiples ataques y grandes batallas. Hasta muy avanzado el siglo XVIII, piratas y corsarios llegaban a sus costas para efectuar saqueos.

Ruinas Romanas a las faldas del Peñon de Ifach

De todas formas fueron los romanos los que durante más tiempo habitaron esta hermosa costa. Ellos también escogieron Calpe como lugar importante para su red de colonias que se extendían a lo largo y ancho de la Península Ibérica. La antigua ciudad de Calpe, "La puerta Tartaria", siguió siendo después una floreciente población romana. Prueba de ello son la espaciosa habitación con su corredor, pavimentada de precioso mosaico formando cenefas con dados pequeños, que apareció en el Morelló; las sepulturas, mármoles, ánforas candiles y la gran variedad de monedas romanas que continuamente se localizan entre el Peñón y La Villa, indica que Calpe asistía a un siglo ilustrado, un pasado grande y habitado por un pueblo de buen gusto.

Mosaico romano

A mitad de camino entre la villa de Calpe y el Peñón, en la misma orilla del mar, pudieron estar situados los denominados "Baños de la Reina", comidos hace ya tiempo por las olas del mar. Dicen unos que era una Edificación destinada a baños, en las que se habían instalado unas compuertas para moderar o impedir el movimiento de las olas, entrando agua por cuatro partes diferentes, dos de ellas situadas al sur y las otras dos hacia poniente, llegando de esta forma cada una de estas entradas hasta su baño correspondiente y disponiendo estos canales de tablones o compuertas que aseguraban la tranquilidad de las aguas en el interior del baño. 

"Banos de la Reina" con el Peñon de Ifach como fondo

Otros en cambio opinan, que en realidad los denominados "Baños de la Reina" eran una sofisticada factoría de salazones ("garum"). Fue este un floreciente negocio de la época, y pudo ser esta factoría una más de la larga cadena de ellas, instaladas desde las costas mediterráneas hasta la atlánticas, que tras cruzar Gibraltar, se extendían hasta Barbate o Zahara de los de los Atunes en Cádiz. Esta teoría está respaldada por la presencia en sus costas de caballas y atunes, presencia de agua dulce, necesaria para la limpieza del pescado y la proximidad de salinas, ubicadas a los pies del Peñón de Ifach.
  



Pedro Poveda.

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