sábado, 8 de noviembre de 2014

Vegetación de Liencres (Parte 1)




Son 3 los factores que explican la composición de la vegetación del Parque Natural de las Dunas de Liencres:
  1. La inmediatez del océano,
  2. La permanente presencia de brisas marinas,
  3. La composición arenosa del sustrato que hace prácticamente imposible la formación de suelos desarrollados.

Aquí el clima no es un factor tan determinante, siendo la composición del suelo, en su mayor parte arena, el mayor condicionante en cuanto al desarrollo de comunidades vegetales.
 
El efecto de la salinidad y de la permeabilidad del sustrato, da lugar al crecimiento de comunidades con sistemas radicales profundos, que buscan agua y poder "agarrarse" con fuerza, mientras que la parte aérea se encarga del exceso de sal del mar. Es por esto, que se establece una exigente selección y la adaptabilidad se reduce a unas pocas especies, dando lugar a un habitat muy par­ticular y, por lo tanto, de especial protección.

Según las estrategias de adaptación aparecen distintos grupos de plantas:

  1. Psammófilas, las que están preparadas para subsistir en medios are­nosos,
  2. Halófitas, las que se adaptan a medios sa­linos,
  3. Halonitrófilas, las que toleran ambientes salinos y nitrificados,
  4. Xerófilas, son las plantas habituales de medios secos.

Son varios los rincones donde, generalmente por la influencia de la actividad marina, podemos encontrar diferentes bandas de vegetación: Los acantilados, la playa, la perruna, las dunas móviles, las dunas fijas y las dunas semifijas donde encontramos el pinar.


VEGETACIÓN EN LOS ACANTILADOS Y LA PEDRUNA

Acantilados de Liencres. FOTO: Wikipedia

Para la vegetación, la salinidad es el factor más limitante en los acantilados lo que genera comunidades muy especializadas debido a que no se desarrolla un suelo en continuidad, ubicándose principalmente en las grietas de las rocas. Es ha­bitual la presencia del llantén de mar (Plantago marítima), el hi­nojo marino (Crithmun maritimum), el ajo silvestre (Allium ericethorum), la armería (Arrmeria marítima) y el salvio (Inula crithmoides), especies muy selectivas capaces de soportar una elevada salinidad.

Una segunda banda de vegetación aparece cuando la influencia marina se atenúa, estableciéndose un pastizal de gramíneas donde prevalece la presencia de Festuca pruinosa. Un matorral ralo, bien adaptado a suelos secos, dominado por la presencia de brezos (Erica vagans) y tojos (Ulex europaeus) compone la tercera banda de vegetación, que se desarrolla en el borde del acantilado siendo ésta la zona más expuesta al viento.

Donde el suelo no es suficiente­mente profundo, aparece el brezal de Erica vagans junto con especies como la aliaga (Genista occidentalis), la carrasquilla azul (Lithodoradiffusa) o el té de roca (Sideritis hyssopifolia). Los brezos en esta zona son aptos para soportar este ambiente ya que, al tener hojas de pequeño tamaño con los bordes recogidos hacia el interior, evitan desequilibrios hídricos provocados por la acción del viento.

Brezales de los acantilados. FOTO: Panoramio

Fuera ya de la zona del acantilado y su entorno más inmediato, se establece una escasa e irregular banda de vegetación que es donde se producen inundaciones periódicas y parciales producidas por las mareas más fuertes. Se trata de una vegetación de carácter migratorio como la arenaria de mar (Honkenya peploides), la oruga de mar (Cakile maritima) o la corregüela de mar (Polygonum maritimum).

Como conclusión a esta primera parte de la vegetación del Parque, se puede observar una gran variedad de comunidades vegetales distribuidas por zonas en función del efecto del mar y su salinidad. En la siguiente entrada hablaré sobre las características de la vegetación en la zona dunar y pinar que es, si cabe, aún más sorprendente. 


12/11/2014 Vegetación de Liencres (Parte 2)
5/11/2014 El pinar de Liencres
24/10/2014 Un mar de dunas 
7/10/2014 Parque Natural de las Dunas de Liencres. El Embrujo de las Dunas  


 

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