viernes, 23 de enero de 2015

Esas llamas que nos deprimen.

Esta última entrada quiero aprovecharla para hablar de los incendios forestales que tanto nos afectan a la Comunidad Valenciana, y sobre todo, y por desgracia, a nuestro macizo del Montgó.

Empezaré comentando, como ya habéis visto en las anteriores entradas en el blog de este precioso parque, que toda esta rica fauna y flora que os he ido describiendo, cuando llegan las temporadas secas tiembla y se pone a buen recaudo. Tenemos este clima, el clima mediterráneo.

Cuando hice la entrada de la Colonia Agrícola del Montgó, os hablaba de aquellos terrenos ubicados en la falda del Montgó, que durante años fueron agrícolas...pues si, si tenéis el placer de caminar por el Montgó, no sólo por la zona de la colonia de Dénia, sinó por la zona de Jávea, Jesús Pobre...todas esas zonas eran extensos abancalamientos utilizados para el cultivo de vid, algarrobo, almendro...es decir, se sacaba partido a aquellas zonas.....con el paso del tiempo aquellos abancalamientos han sido invadidos por vegetación y pinos y como no, también presa de la construcción.

Abancalamiento en la falda del Montgó. Fuente: Alberto Caurín

Imagen de la falda del Montgó de Denia. Fuente: Alberto Caurín


Hemos ido dejando a un lado el aprovechamiento agrícola, ya sea por dejadez, tema económico... También, y como me decía mi abuelo que era pastor, y acudía por el Montgó con su rebaño de ovejas en los meses de invierno que él estaba por esta zona, se sacaba partido al monte, ahora parece que nos hemos olvidado de él, y sólo no acordamos cuando lo vemos devastado por los desgraciados incendios forestales que nos sacuden año tras año.

Zona de Jesús Pobre en el Montgó incendiada en mayo de este año. Fuente: Alberto Caurín

Después de un incendio la naturaleza empieza a brotar de nuevo, se abre camino entre las cenizas, pero también hemos de ayudarla a que crezca con facilidad, es decir, a que tenga un crecimiento adecuado, y no tenga que crecer sólo en altura por masificación de pies en pocos metros cuadrados. No se trata de limpiar el monte, sinó de GESTIONAR el monte.

Un ejemplo de masificación de pies por hectárea en el Montgó. Fuente: Alberto Caurín


Estas catástrofes que son los incendios, nos sacuden año tras año por desgracia, y en el Montgó este año pasado fue lamentablemente testigo en primera persona de ello.
En mayo en la zona de Jesús Pobre el fuego arrasó 39,5 ha de monte. Aquí os dejo el enlace de la noticia. Incendio en el Montgó (zona de Jesús Pobre)

El rápido despliegue de medios hizo que la cosa no fuera a más por suerte, pero después de unos días visité aquel lugar y la única cosa que te se viene al cuerpo es tristeza y poco más.

Incendio en Jesús Pobre. Fuente: www.javea.com

Poco meses después del incendio en la zona de Jesús Pobre, en septiembre concretamente, el fuego apareció de nuevo en nuestro paraje del Montgó, y esta vez fueron 444 ha las que se perdieron, esta vez le tocó a las zonas de la Lloma del Castanyar y de la Torre del Gerro, en Les Rotes, en Denia, y a la zona de la Reserva Marina del Cabo de San Antonio, toda una auténtica desgracia. Os dejo el enlace: Incendio en el Montgó

El clima mediterráneo y sus largos períodos secos nos dejan por desgracia estas noticias. En mi humilde opinión pienso que todos debemos contribuir a que estas noticias sean lo más poco frecuentes y concienciarnos que en nuestros montes albergan multitud de flora y fauna que cuando se produce estos terribles incendios, ellos desparecen detrás de las llamas.

Os dejo un vídeo de la zona del Cabo de San Antonio del incendio de septiembre del Montgó, juzgad por vosotros mismos.

 
 

Como bien dice el vídeo, está en nuestras manos el cambiar todo eso. Hay que ser al máximo respetuoso con la naturaleza, nosotros dependemos de ella al igual que ella de nosotros Toda esta flora y fauna que he descrito en las anteriores entradas, en cuestión de segundos desaparece, es una pérdida irreparable. Esperemos que no vuelva a suceder.

Buenos amigos, aquí termina la divulgación al blog del Parque Natural del Montgó, ese hermoso balcón al Mediterráneo. Espero que haya sido de vuestro agrado, y no dudéis en visitarlo, ya que por todos sus rincones esconde riqueza! y de seguro que se alegra de veros pasear por sus sendas.

Un saludo y hasta la próxima!

Alberto Caurín.


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