sábado, 7 de marzo de 2015

LA VIDA COTIDIANA EN LA PREHISTORIA

Los habitantes del paleolítico superior eran Homo sapiens sapiens, intelectual y físicamente similares a nosotros. Eran nómadas y tenían una alta movilidad territorial ya que sus presas principales también tenían constantes movimientos. Los lugares donde vivían, como el Parpalló, estarían ocupados estacionalmente.
Los habitantes de Parpalló vivían de la caza especializada, de la recolección de plantas y frutos vegetales y, puntualmente, de la pesca de peces o moluscos. Perfeccionaran las técnicas de caza, sobretodo mediante el desarrollo de nuevas armas arrojadizas, como el propulsor y el arco. También se perfeccionó la fabricación herramientas líticas y de hueso.
Arpones de hueso o asta de la cova del Parpalló, de hace 14.000 años. Se utilizaban para cazar o para pescar.

Para cazar ciervos y cabras, los vigilaban y seguían. Eso no es nada fácil e implica una buena organización social y una red de vigilancia y control de los hábitos de la fauna. Los animales abatidos se trasladaban enteros a la cueva, lo que indica que los lugares de caza estarían a cerca de la cueva.

No toda la carne era consumida en el instante. Se conocían técnicas de conservación natural de los alimentos como el fileteado y posterior fumado o secado al aire libre. También se consumía la médula ósea, fracturando o hirviendo los huesos. Las presas preferentes eran los ciervos, las cabras salvajes y los conejos. En menor medida, caballos y uros. Los conejos y otras presas pequeñas, como las aves, desarrollaran un papel complementario en la alimentación, como también los recursos marinos y fluviales, especialmente al final del período de ocupación de la cueva.

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