martes, 8 de diciembre de 2015

Nuestra Señora de la Asunción - Un Templo en la Nada.



Desde el S-XIII Andilla ha mantenido su autonomía como pueblo con entidad propia. Su rango de Parroquia, proviene de la Edad Media, lo que justifica el hecho de que un municipio tan alejado llegara a construirse una de las iglesias más hermosas y significativas del territorio Valenciano no solo en su calidad constructiva, sino también en los bienes muebles que atesoraba, entre los que destacaba el Retablo Mayor, obra de Josef Gonzalez y Francisco de Ayala, así como las valiosas pinturas del taller Ribaltesco.




Fotografía - J.Alpuente


La Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción con estilos desde el Gótico, pasando por el renacimiento, el barroco y por último el clasicismo académico, conlleva a una lectura histórica del edificio dificultosa, al sufrir un dilatado proceso constructivo y al producirse una acumulación de diversos estilos en un único edificio. Sin duda la época de mayor esplendor de la Iglesia de Andilla corresponde al Renacimiento y el Barroco, pero en especial los siglos XVI y XVII, época en la cual se pueden datar los elementos de orfebrería, los ricos tejidos, el retablo mayor y los cuadros del taller de Ribalta, así como las principales reformas arquitectónicas en sus estructuras.




Fotografía - J.Alpuente



La torre tiene de unos 35 metros de altura, es un paralelepípedo de cuatro caras laterales, todo el de sillería de piedra calcárea cuyas piezas, algunas sobrepasan el metro cúbico. Dicho campanario es de una esbeltez preciosa, con cornisas artísticamente construidas con piedras talladas por expertos maestros picapedreros, con ojivas espléndidamente terminadas para dar cabida a las campanas.




Fotografía - Ayuntamiento de Andilla



La belleza que presentaba esta Iglesia, tanto por sus pinturas y ornamentos de culto,
como la grandiosidad de la arquitectura de su fábrica, hizo que en el año 1936, las autoridades civiles provinciales, llevaran a cabo gestiones para declararla Monumento Nacional, pero al estallar la Guerra Civil, se paralizaron sin ningún resultado.









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