viernes, 4 de diciembre de 2015

UN LUGAR PARA LA REFLEXIÓN





UN LUGAR PARA LA REFLEXIÓN


El Monasterio de Sant Joan de Penyagolosa, está declarado Bien de Interés Cultural con categoría de monumento. 

Paco, Javi, Juanjo y Susi en la explanada de acceso a Sant Joan





Este Monasterio data de la época medieval. Posteriormente se fue ampliando con construcciones neoclásicas y barrocas que junto a su enclave, le dota de cierta magia y misticismo.

Parte trasera del antiguo monasterio


Este santuario recibe año tras año desde tiempos inmemoriales las peregrinaciones de la mayoría de los pueblos de alrededor, como Culla, Vistabella, Xodos y   Puertomingalvo. Algunas de ellas se remontan a la Edad Media, siendo la más conocida la de los “Pelegrins de Les Useres”, declarada Bien de Interés Cultural Inmaterial, que se celebra el último viernes de abril. En ellas, los pueblos piden paz, agua y salud a la imagen románica del santo.

El santuario, de origen gótico, pudo ser fundado por los monjes que asistían las tropas del rey Jaume I en la conquista de Valencia. La parte más antigua es la formada por el patio interior y las dependencias que en él recaen. En ellas los salones están cubiertos con rústicas techumbres de madera. En el muro lateral de acceso al templo por el interior se encuentran unas pinturas murales que datan de 1592. Precisamente fue en la segunda mitad del siglo XVI cuando en ermitorio sufre grandes transformaciones, debido al auge de peregrinos.


Detalle del claustro y Juanjo en primer plano

En el siglo XVIII el ermitorio tomó la configuración en forma de “U” que conocemos hoy en día, cuando se construyeron dos cuerpos con arquerías de medio punto en la planta baja formando pórticos, sobre los que se edificaron habitaciones para ampliar la hospedería. El de la derecha desapareció y actualmente en él se encuentran dos grandes chimeneas.
La iglesia también se amplió a finales del siglo XVIII. Es de una nave, con bóvedas de lunetos y una capilla lateral, dedicada a Santa Bárbara. Su fachada es interesante, con dos cuerpos adintelados entre pilastras con hornacina en el superior, albergando una imagen del santo. A la derecha del prebisterio se encuentra una puerta que conduce a la sacristía y camarín de la iglesia. El primer espacio está lleno de exvotos de San Juan Bautista, mientras el segundo desempeña un papel auxiliar.

Una muestra de los exvotos



La imagen románica de Sant Joan de Penyagolosa se trata de una escultura de madera policromada, que incluso ha sufrido algún incendio a lo largo de su historia, como en la Guerra Civil de 1936. La desproporción que la figura muestra de su cabeza y cuello con respecto al resto del cuerpo se interpreta como un intento de resaltar el hecho de que el Santo muriera degollado. La imagen lleva un ramo, una cruz y un libro, y encima de éste un cordero. Es una figura frontal, rígida, sin expresión ni movimiento.


Imagen de Sant Joan. Nótese la deformidad en cabeza y cuello


En la actualidad el ermitorio del Monasterio sirve como hospedería y restaurante. La hospedería es el lugar ideal para amantes de la escalada o senderismo o simplemente para aquellos que les guste estar en contacto con la naturaleza y desconectar de la rutina diaria. No hay cobertura de móvil pero, lejos de ser un inconveniente, se convierte en una ventaja al permitirnos conectar con nuestro interior y con quienes nos rodean.

Detalle del comedor. A la derecha observamos la mesa donde comían el párroco de Vistabella, el obispo y otros dos sacerdotes.

En el comedor ofrecen comida de calidad a buen precio y el trato es familiar y agradable. Es un ambiente rústico pero acogedor. Muy recomendable.
A continuación el enlace de la hospedería con los teléfonos de contacto y acceso a facebook.



Realizado por: Juanjo Escobar, Susi Toledo, Paco Gonzalvez y Javier Martín

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