jueves, 3 de marzo de 2016

Dos vertientes de fuertes contrastes

Por un lado una creciente erosión afecta a gran parte de la vertiente sur de esta sierra, debido a las acusadas pendientes, como a la naturaleza margosa del terreno que han propiciado el creciente avance de los procesos erosivos, desde pequeñas cárcavas y barranqueras en las pendientes más escarpadas, hasta los “Badlands” de la base, que presentan un paisaje torturado y casi desprovisto de vegetación por la acción erosiva del agua de escorrentía. 




Por otro lado nos encontramos con la vertiente norte cubierta con un espeso manto arbolado de carrascales, sabinares y pinares.

Los bosques de carrasca se presentan en manchas aisladas en las umbrías y cumbres de los picos de La Pila y Los Cenajos. Aunque no se encuentran en su estado maduro, pueden dar una idea de la vegetación que cubría originalmente gran parte de la sierra. El pino carrasco domina la vegetación arbórea.








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