lunes, 9 de febrero de 2015

Un camino plagado de vida que nos descubre a los habitantes del lugar y su ecosistema.


A los amantes de la naturaleza os proponemos una ruta muy especial en la que disfrutaremos de la fauna y la flora del lugar mientras paseamos por los "ullals" de la marjal, unos manantiales con gran valor ecológico y biológico, si sois amantes de todos los componentes biológicos de un ecosistema húmedo este es vuestro lugar, vamos allá!
Siguiendo un bonito camino de madera llegaremos a los ullals del L'estany y la Perla, unos lagos con una profundidad que no supera los tres metros formados por la presencia nacimientos o manantiales de aguas dulces subterráneas provenientes del cercano Mondúver, que junto a la agua que proviene de las acequias, los barrancos y las lluvias se abastece la marjal. Los "ullals" tienen una gran importancia dentro de los ecosistemas de la marjal al contar con agua durante todo el año, incluido en años de fuerte sequía.

 

Si os acercáis al agua, entre los juncos (Scirpus litoralis y Scirpus nigricans) y la enea (Thypha domingensis) encontrará una enorme diversidad de especies vegetales acuáticas. Hay una buena representación de algas, algunas microscópicas y otras macroscópicas como las caráceas o burletes.
Flotante por encima del agua encontraremos lentejas de agua (Lemna gibba y Lemna minor) y lengua de oca (Potamogeton fluitans). Nadando tanto en el colmillo como las acequias adyacentes hay importantes especies como el llopet común (Cobitis maroccana), la anguila (Anguilla anguilla), el pez aguja (Syngnathus abaster), pero no hay rastro del gran ausente, el samaruc (Valencia hispanica), una especie endémica del País Valenciano en claro retroceso que, mientras no digan lo contrario, parece que prácticamente se ha extinguido del marjal de Gandia y posiblemente del de la Safor.


Otras especies muy abundantes, pero exóticas y por tanto en competencia con las autóctonas, son la gambusia, importada a principios de siglo del continente americano para que se alimentaba de las larvas del mosquito que transmitía el paludismo; el black-Blas o perca americana, introducida al ser muy apreciada para la pesca, es un gran depredador que llega a superar los 40 cm de largo; la trucha arco-iris, introducida por la propia Generalitat y en competencia con el samaruc; también verá muchos cangrejos, pero ninguno autóctono, ya que lo que hay, siempre con las pinzas amenazantes en alto, es el americano, introducido en la década de los setenta y tan bien adaptado que ha afectado negativamente tanto a otras especies autóctonas como los cultivos, como ocurrió en los arrozales de la Ribera.
 
Llegaremos a una caseta de madera cerca del ullal, el observatorio de aves, que unos vándalos quemaron. A cualquier hora que vamos podremos observar sin problemas nadando varios ejemplares de patos, entre los que destacan los vivos colores de los ánades reales (Anas platyrhynchos), tan acostumbrados al hombre que probablemente se nos acercarán descaradamente a ver si les damos de comida. Si tenemos paciencia no nos costará encontrar interesantes especies como la focha común (Fulica atra), el aguilucho lagunero (Circus aeruginosus) o la garcilla bueyera (Bubulcus ibis). Si vamos en primavera, podremos disfrutar con la presencia de multitud de aves que se encuentran de paso en su migración desde África, como la garza imperial (Ardea purpurea), la cigüeñuela (Himantopus himantopus), el carricero tordal (Acrocephalus arundinaceus) o el fumarel Cariblanco (Chlidonias hybridus).

Nos dirigimos al oeste, paralelos a la acequia del Molino en dirección al camino de la Alquería de Potes. En las verdes aguas de la acequia veremos, si nos fijamos, mucho movimiento; habitan numerosos anfibios, donde destaca el sapo común (Buf buf), el sapo corredor (Buf caramida) o la rana (Rana perezi). También destaca la presencia de reptiles como el galápago europeo (Emys orbicularis), en regresión frente a la competencia de la tortuga americana, la salamanquesa común (Tarentola mauritanica), la lagartija común (Podarcis hispánica), o la víbora de agua (Natrix Maura).
Seguiremos caminando y veremos como el ullal conecta con acequias por donde desagua el agua y lo hacen navegable; esta circunstancia fue aprovechada en 1666 cuando siete barcas acompañadas por un grupo de música llevaron a la emperatriz Margarita de Austria, hija del Felipe IV y protagonista del cuadro de Las meninas de Velázquez, a dar un paseo por el marjal, organizado por la duquesa de Gandía María Ponce de León, viuda del noveno duque Francisco de Borja.



El "ullal fosc" se encuentra tan invadido por carrizo (Phragmites australis) y la enea (Thypha domingensis) que casi puede llegar a pasar desapercibido. Sin embargo, es muy bonito visitar el ullal en primavera, cuando las flores rosadas de la salicaria (Lythrum salicaria) contrastan con el blanco de los nenúfares (Nymphea alba). En el ullal nos podemos encontrar con interesantes endemismos como el camarón de agua dulce (Paleomonetes Zariquey) y varios caracoles acuáticos entre los que destaca el Melanopsis.


Parece que la CHJ y la Generalitat están en proceso de limpieza del ullal y las acequias Nova, Mota, Auir y Rey de especies como la Ludwig grandiflora, una de las plantas que evita que los rayos del sol llegan al fondo de los colmillos , impidiendo el correcto desarrollo de las especies subacuáticas. Una vez regenerados, quieren reintroducir el autóctono galápago europeo (Emys orbicularis), desplazada completamente por especies invasoras provenientes principalmente del abandono de mascotas, sobre todo la tortuga de Florida, muy depredadora y de la que fueron retiradas hasta 400 ejemplares del entorno del ullal. Ya sabéis, si no sabéis qué hacer con vuestra mascota nunca la abandonéis a la marjal, haréis más daño que bien.


Ya tenéis la miel en los labios, ahora a vivir este experiencia!



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