jueves, 7 de enero de 2016

Las simas de Partagat


Una sima es una fisura que aparece en suelos rocosos, que se forma generalmente como consecuencia de la actividad geológica del lugar, como por ejemplo sobre el borde entre placas tectónicas, dando lugar a unos conductos verticales que en algunos casos son de grandes dimensiones pudiendo conectar en la parte inferior con cavidades del subsuelo.
Unos pocos cientos de metros antes de llegar a la cima, independientemente del sendero elegido, nos encontramos con un cruce donde se unen todos los sendero y desde donde parte un único sendero por el que se accede a la cima de la sierra de Aitana, es en este mismo punto donde encontramos las simas de Partagat.


Una de las simas más profundas, una grieta de uno o dos palmos de ancho y con al menos 100 metros de profundidad.

Una sima es una formación geológica muy común, existiendo infinidad de ellas distribuidas en los más variados entonos, pero en este caso, estas simas, destacan sobre todos las demás, y es que en las simas de Partagat podemos encontrar cavidades de dimensiones espectaculares, con oberturas en la parte superior de hasta 15 o 20 metros, siento algunas de estas cavidades muy profundas.
Es tal su importancia que hace doscientos años ya fueron citadas por Cabanilles, a quien le sorprendió la profundidad de estas, al poder comprobar que al arrojar una piedra en el interior de una de ellas, se podía escuchar como esta rebotaba contra las paredes, hasta que el sonido se perdía en la profundidad.



En la imagen, una de las simas con mayor obertura.

La formación de las simas de Partagat, se debe a que la geología del lugar, en su parte superior se compone de una capa de margas, sobre las que se asienta una capa de roca caliza, que es la capa que observamos en la parte superior.
La capa de roca caliza, se caracteriza por ser rígida, y la capa de margas, que se encuentra inmediatamente debajo de la capa de roca caliza, se caracteriza por ser plástica y deformable, debido a su alto contenido en arcilla (las margas contienen más de un 50% de arcilla), así con el paso del tiempo esta capa plástica y maleable, se ha ido deformando a favor de la pendiente, extendiéndose en longitud, y arrastrando a la capa caliza que se encuentra encima, esta capa al ser rígida se fragmenta formando grandes bloques de roca, separados por unas grietas que se extienden hacia el subsuelo, lo que conocemos como simas.



En la imagen, corte en el perfil del suelo, en el que observamos los distintos bloques de piedra que componen el paisaje y el proceso de expansión de estos, descrito anteriormente.
(Imagen de: petreraldia.com)

Además, tras formarse las simas, la actividad geológica continua, ensanchándose cada vez más las grietas, llegando al extremo de que algunos de los bloques que algún día se encontraron cerca de la cumbre, hoy se amontonan sobre la falda de la montaña formando un paisaje espectacular y un abrupto relieve con el que nos tenemos que enfrentar para llegar a la cumbre.


En la imagen, grandes bloques que se acumulan en el fondo de una de las simas.

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