jueves, 3 de marzo de 2016

El Gorg del salt


Este es uno de los puntos más interesantes y más espectacular del barranco.




Podemos optar por acometer primero la vista desde la parte superior de la cascada para después verla por la parte inferior de la misma. La poza que se forma en la parte superior recibe el nombre de Caldereta, la cual acumula el agua del cauce para luego caer en forma de cascada al “Gorg del salt”. Es de difícil acceso ya que tienes que ir por una senda estrecha y empinada.




Cuando sales de nuevo al camino asfaltado, pronto se escucha la caída del agua al “Gorg del salt”.

Se debe realizar un pequeño descenso por unas escalinatas bien acondicionadas. Antes de descender la escalinata se puede visitar la laguna desde lo alto, desde un pequeño saliente al que hay que llegar con extrema precaución. Las vistas son inmejorables, pues desde lo alto se puede ver el embudo que hace el agua antes de caer por la cascada, de unos 6 metros de altura aproximadamente.

A la mitad de la escalinata se puede ver a la derecha un mirador donde se puede contemplar la poza y verla de más cerca.




Al continuar bajando de nuevo las escaleras se llega a un puente que sirve de acceso al “Gorg del salt”. Una vez allí se puede ver la laguna, la vita es espectacular, una estampa digna para disfrutarla. Las aguas tienen tanta profundidad en la parte de la cascada que el agua se adentra al interior de la roca.

Junto a las aguas cristalinas de la laguna hay una inmensa pared de roca que empequeñece el lugar, la cual aparece como si le faltara una enorme porción, hallándose como cortada a pico y dejando al descubierto la posición de sus gruesos bancos inclinados al medio día, parece que tuvo unión con el que se halla a la izquierda reinando en ambos el mismo orden y aun la calidad calida de las piedras.




Todavía visibles a las piedras del “Gorg del salt” donde hay dos paredes que aún existen en el monte de la izquierda, las que contribuían a la firmeza del canal  por donde tomaban parte de las aguas, sino todas, antes de que se precipitasen al fondo. Estamos ante una construcción bien vieja, de siglos muy antiguos, de donde regaban los campos que hoy en día por su elevación y falta de canal se quedan sin agua.

En ese mismo punto podemos encontrar una pequeña fuente que sale de la misma pared.
 
Un lugar nunca mejor dicho encantado de ahí podemos destacar el nombre del Barranc de l’Encantà el cual lo debe a la leyenda contada anteriormente.

 

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