martes, 21 de febrero de 2017

Z.E.C "Senda Alto la Grajilla al Altolamira"



“SIERRA OESTE DE MADRID”
Zona Especial de Conservación
 “Cuencas de los ríos Alberche y Cofio”

    En el anterior post explicamos como es y características tiene la Z.E.C. “Cuencas de los ríos Alberche y Cofio”, el espacio natural protegido mejor conservado de toda la Comunidad de Madrid.
 En esta ocasión para poner en valor este  espacio natural protegido nos hemos lanzado al campo “a pide de obra como se suele decir”, para ello hemos practicado el recorrido por una de las sendas menos conocidas de esta Z.E.C, la Senda del Alto La grajilla al Altolamira.
"SENDA ALTO DE LA GRANJILLA AL ALTOLAMIRA"

Distancia: 7.48 KM Desnivel 200 M Tiempo:   3:10 KM



Una vez preparado el equipo no muy pesado pero con las cosas necesarias por si ocurriera un imprevisto no deseado o accidente (agua, comida, ropa adecuada y de abrigo, mapa, brújula teléfono móvil etc.),  nos trasladamos al punto de inicio  a través de  la M-501 hasta la intersección con la M 541, cuando veamos una pequeña estación eléctrica, habremos llegado al alto La Grajilla, lugar donde estacionaremos nuestro vehiculo.
 











  








Desde este punto iniciamos el ascenso al alto la mira no sin antes darnos cuenta que estamos en un bosque reforestado de pino de rodeno (Pinus Pinaster) y Pino piñonero (Pinus Pinea), donde se salpica con otras especies en el sustrato arbóreo como la encina (Quercus ilex) enebros (Juniperus communis) con otras del sustrato arbustivo como son Jara Pringosa ( Citus Ladanifer), Jara Blanca ( Citus Populifolius)  abundante en esta zona, Tomillo (Thymus Vulgaris) y  Romero (Romarinus officinalis).

















Mientras realizamos el ascenso observamos que el bosque tuvo mejores tiempos donde los aprovechamientos forestales y en concreto la del pino rodeno con su resina y madera eran  realizados antaño por esta zona. Actualmente los pocos tratamientos selvicolas que se realizan en el lugar son en prevención de incendios forestales, realizando clareos en los caminos y pistas forestales por los retenes forestales ubicados en el lugar, esto por lo menos da lugar a que los restos de poda sirvan de abrigo y generador natural de biodiversidad.
También se observa que la encina recupera el terreno que le fue arrebatado por el aprovechamiento forestal brotando cepa.




Una vez culminamos la ascensión al alto Lamira con una altitud de 1044 metros donde  las vistas son inmejorables y sin duda la subida ha merecido la pena con creces, el punto lo corona un repetidor y punto geodésico.




 Mientras hacemos una merecida parada nos disponemos a dar cuenta de un jugoso sándwich y una naranja mientras disfrutamos de la visión magníficos lugares en los cuatro puntos cardinales muy interesantes y llamativos que a continuación detallaremos.
El único punto negativo es ver restos de latas de refresco muy oxidadas que demuestra lo que tarda la naturaleza en destruir este tipo de residuos dejados por el hombre. Una mezcla de sentimientos se despiertan en mi pensamiento  al ver esta situación, sentimientos de impotencia y tristeza pero que dejo en lugar para que por lo menos sirva como reflexión a otros excursionistas como ha ocurrido en mi caso.


 

 


Vista con orientación  Oeste, donde se puede observar nevado  al fondo la Sierra de Gredos con el pico Almanzor (1), un poco mas a la derecha  Pico Castilla (2), mas a la derecha  Cerro de Guisando (3) donde a sus pies esta los famosos toros,  y mas a la derecha se observa la localidad de San Martín de Valdeiglesias (4). A la  izquierda de la Sierra de Gredos se puede ver  Cerro Cadalso donde a sus pies se ven las canteras de granito aun en funcionamiento (5) y detrás de esta  Peña Ceniciento, en la cual existe un  altar de piedra de origen Visigodo(6).




Vista con orientación norte, donde se observa al fondo el parque nacional de la Sierra de Guadarrama (1), más próximo el pico de la atalaya (2), en un plano medio el pantano de San Juan (3), pudiéndose intuir algunas casas diseminadas entre los árboles de la población de Pelayos de la Presa (4).
 

Restos de latas de refresco en un avanzado estado de oxidación de muchos años.

Cuando comenzamos el descenso lo hacemos atrochando por uno de los tipos de tratamiento que se realizan por motivo de incendios forestales, el cortafuegos, y observamos con  varios metros de separación surcos transversales para que el agua de escorrentía fluya en la dirección como si fuera  de forma natural.


Salvado el mayor tramo de desnivel por el cortafuegos continuaremos cogiendo de nuevo la pista forestal no sin llevarnos un par de gratas sorpresas que con suerte al caminante atento le puede deparar la naturaleza, por un lado pudimos contemplar en uno de los márgenes del camino el acoplamiento de copula (amplexo) de una pareja de sapos corredores (epidalea calamita), y por otro un tipo de coscoja (Quercus cuccifera), en una vaguada sombría al abrigo de vientos y temperaturas.



























Para terminar nos despedimos de esta maravillosa una de las menos famosas y menos transitadas que tiene esta Z.E.C. pero que sin duda no deja indiferente al caminante debido al entorno que nos rodea aunque tras un minuto para recuperar el aliento nos damos cuenta que la senda está muy poco equipada solamente mencionar alguna señal de tipo GR nos pudimos topar en nuestro camino, sin embargo no era difícil para caminante si no te salías de la pista forestal por la cual estuvimos bordeando todo el rato.



 Y como no, despedirnos del tan famoso selfie con las preciosas vistas que dejamos a nuestras espaldas del  tan mencionado en otros tiempos del valle de las iglesias, debido a su buen vino e iglesias que allí había, conocido hoy como San Martín de Valdeiglesias.


               

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