domingo, 17 de diciembre de 2017

El botánico francés

Barrelier, botánico dominico



Solo lo recuerdo en los libros leídos de botánica, de un monje francés que visitaba con asiduidad la Murta, Jacobo Barrelier debió residir largas temporadas en aquel Monasterio de Jerónimos, actualmente en ruinas, ya que de allí dio a conocer, dibujando y describiendo en el clasico lenguaje prelineano una porción de plantas valencianas, gracias a su célebre libro ”Plantae per Galliam observatae, iconibus aeneis exhibitae”.

F. Google.

F. Google.
 Aunque  no posee grandes alturas forma como un gran murallón aislado entre la ribera y el mar, bien la conocen los labradores de la Ribera y huerta de Valencia cuando en invierno, al cubrirse de nieblas que presagian algún temporal de lluvias, exclaman el consabido refrán: «Cuant en Corbera fa capell, pica espart y fes cordell».


Sierra de Corbera.
Hoy como LIC y formando parte de la Red Natura 2000, este monje dominico recorría la sierra adentrándose en las zonas de umbría y fondos de barranco del paraje que disfruta de un microclima favorable, con temperatura suaves y alta humedad, que permiten el desarrollo de formaciones vegetales de gran diversidad, entre ellas destacan las fresnedas de fresno en flor (Fraixinus ornus).

Fraixinus ornus.


Frondosidad del barranco.



Te vas perdiendo por el libro de Barrelier donde nos cuenta, en cada rincón la vegetación que existe, sobre suelos calizos margosos con cierta humedad permanente, aparecen retazos degradados de la etapa clímax Rubio longifoliae-Querceto rotundifoliae sigmetum, con presencia de manchas aisladas de carrasca y un sotobosque de gran interés, formado por especies como la murta (Mirtus comunis), el galceran (Ruscus aculeatus), el durillo (Viburnum tinus) o el espino albar (Crataegus monogyna), junto a las lianas como la rogeta (Rubia pergrina) y la madreselva (Lonicera implexa). 

Ruscus aculeatus.

Lonicera implexa. 











Allá por el siglo XVII, describe Cavanilles en el estado en el que se encuentra la vegetación de aquella comarca, observa un gran descuido en las labores del suelo, cultivando principalmente viñas, algarrobos y olivos.

Carrasca.

Fruto del bosque.


De todas ellas, puede considerarse como endemismo de la zona de Corbera, Anthyllis onobrychoides, por su reducida área de dispersión, casi localizada a estos montes.

Imagen Google.

Antirrhinum valentinum.
Font Quer, otro de los botánicos que visita la sierra de corbera en 1923, en donde descubre dos bellos endemismos que dedica a Valencia la  Celsia valentina, localizada exclusivamente en esta sierra, y Antirrhinum valentinum, del Monduber y de la sierra de Corbera.
Llentiscle.

Orella d´as.

Sima.
Con estas fotos podemos observar el paisaje de gran belleza por la accidentada orografía que presenta el propio espacio, con profundos barrancos y con una densa cobertura vegetal, abruptas laderas y numerosas simas y cuevas.Nos dejan un legado de un sin fin de plantas medicinales, otras que apaciguaban el hambre de estos maravillosos botánicos que pasaron por nuestras tierras, dejar la huella más representativa plasmada en los libros.

Arbutus unedo.

Arbutus unedo en flor.

Fruto del Arbutus unedo.

Hablar de los personajes que pasaron por estas tierras y describir la vegetación, sería un trabajo interminable, dejemos que la naturaleza nos sorprenda cada vez que visitemos el Paraje Natural Municipal de corbera con toda su vegetación, quien sabe si algún botánico como Barrelier o Cabanilles dejo algo escrito en alguna roca.









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