martes, 22 de mayo de 2018

La tradición que salvó a los alcornoques de los hornos


En esta entrada os quiero acercar algo que me ha llamado muchísimo la atención desde que me interesé por el monte, y es que se trata de la producción y extracción del corcho como un proceso productivo. Teniendo en cuenta que esta actividad me ha parecido siempre muy interesante y para colmo lo tengo bastante cerquita de casa me gustaría compartir algunas cosas que he ido aprendiendo de este proceso con vosotros.
Como os he mencionado varias veces el corcho es un bien de gran valor en este paraje ya que los alcornocales se extienden por gran parte del parque y muchos habitantes hacen de él su fuente de ingresos. 

(Extracción del corcho/viveelaltopalancia.blogspot)

Este material tiene infinidad de usos y unas características natural increíbles, prácticamente no sufre transformación en el proceso que lo adaptamos para nuestro uso, ya sea de tapones de botella, o aislante acústico. Esto lo convierte en una materia prima muy valiosa y de un interés importante de cara a un aprovechamiento forestal.
Si se elige bien el momento de máxima actividad vegetativa, y la operación se realiza con cuidado, es posible separar el corcho del felógeno (células que producen el corcho). Al quedar a la intemperie, el felógeno morirá por desecación, al tiempo que, más al interior, se forma un nuevo felógeno que reinicia la generación del tejido suberoso.
 (Alcornocal/foto propia)

El alcornoque genera tres tipos de corcho, según en qué región nos encontremos recibirán un nombre u otro. El primero al que se le denomina virgen o bornizo, no es de muy buena calidad ya que su estructura es irregular y granulada, este se suele moler y utilizar como aislante. Nueve años más tarde, en la segunda saca es extraído el "corcho secundario", un material con una estructura más regular, pero suave. Este es utilizado para pavimentos. A partir de esta saca conseguiremos que el alcornoque produzca el corcho de mejor calidad que será el utilizado para producir tapones de botella, a este corcho se le puede conocer como corcho reproducción o amadía.
(
(Máquina de tapones de corcho/foto propia)
 
Por último mencionaros que la forma de extraer el corcho ha variado un poco Existen herramientas modernas, adaptadas para este trabajo. La moto sierra por ejemplo va equipada con un dispositivo que por conducción eléctrica va regulando la profundidad del corte, permitiendo que la punta de la espada entre más o menos según sea el grosor de la corteza. Otras herramientas que facilitan más el trabajo son las tenazas, que nos sirven para ahuecar la corteza y separarla del tronco, o el “mijuro” que es algo así como un calzador que sirve para separar la corteza del árbol y que a diferencia de las herramientas tradicionales, éste es de acero. También podremos encontrar las herramientas tradicionales mas rudimentarias como el hacha con mango de madrea para separar la corteza sin dañar al árbol.
Esta tradición sin duda alguna ha servido para que los alcornoques de Espadán no fueran pasto de las llamas de la industria y el carbón. Un ejemplo más de un aprovechamiento sostenible de los bienes naturales que nos rodean.

No hay comentarios:

Publicar un comentario